Cuatro ejes que aseguran integralidad


En Athlon estamos convencidos de que el cuerpo es el centro sobre el cual gira el marco vital. Nuestro modelo educativo es forjador de amor por mi cuerpo y el de los demás. Durante todo el proceso de formación de nuestros estudiantes, aspectos como la nutrición activa, el yoga como práctica que conecta cuerpo y mente, la pedagogía del movimiento y el método del deporte multilateral, entre otros, serán una constante que nos asegure generar conciencia de que un deportista y persona integral necesita respetar y cuidar su cuerpo.
El mundo necesita de ciudadanos competitivos, competentes y, sobre todo, éticos. El segundo eje de nuestro modelo se define a partir de la necesidad de formar excelentes deportistas pero, sobre todo, las mejores personas. Nuestros programas de formación deportiva se enmarcan en el modelo de las competencias, un triángulo compuesto por tres elementos interconectados e imprescindibles que aseguran la integralidad de nuestros estudiantes: conocimientos (saber), habilidades (hacer) y actitudes (ser)
En una carrera de Fórmula 1, el piloto que maneja el carro es el protagonista de la pista, la recorre de manera única y forja el camino de su victoria. Sin embargo, el carro no funciona sin un equipo que ayuda a que el piloto logre su objetivo y le construya un “carro a su medida”. Al igual que sucede en la Fórmula 1, en Athlon estamos seguros de que nuestros estudiantes son protagonistas de su camino (formación), pero que necesitan de unos facilitadores (tutores, coaches, padres, directores, compañeros) para transitar de la mejor manera una pista que se crea en la medida que se recorre. Defendemos la unicidad de nuestros estudiantes y apuntamos a la creación de programas.
El siglo XXI está demandando cambios urgentes y, entre estos, uno de los más importantes es el cuidado por el mundo que habitamos. En Athlon queremos ayudar a nuestros estudiantes ser futuros agentes de cambio, líderes positivos para el medio ambiente, partícipes del pensamiento sostenible y, sobre todo, individuos conscientes de que existen mundos que les corresponde cuidar y transformar.