Un tiempo adecuado para relajarse puede traer múltiples beneficios a sus procesos interdisciplinarios.
En el mundo del deporte, nuestros niños enfrentan constantemente desafíos físicos y académicos, que pueden impactar su desarrollo. Por lo que, para optimizar su rendimiento en estas áreas, es importante comprender el valor del reposo.
Si bien el concepto puede parecer muy insignificante, el descanso es un elemento fundamental en la salud y el bienestar, ya que, tiene impactos notables en el desarrollo físico, rendimiento cognitivo y calidad de vida. En el caso de los deportistas es vital para el post entreno. Sin una adecuada recuperación, puede verse afectado el proceso de productividad.
Actualmente, algunos profesionales definen el sueño como la mejor estrategia para recuperarse después de la actividad física, esto gracias a sus efectos fisiológicos y reparadores.
¿Qué pasaría si no descansamos correctamente después de realizar actividad física?
Generalmente, los niños están sujetos a vivir situaciones de estrés en sus clases y prácticas deportivas. Así que, dormir de manera efectiva es un factor determinante en la preparación y recuperación de cualquier entrenamiento y competición.
Durante el sueño, el cuerpo se repara y se fortalece, de esta manera ayuda a prevenir lesiones y promueve un rendimiento óptimo en el deporte. Establecer rangos de relajación contribuye a disminuir el cansancio físico y mental del día a día.
La reducción del sueño perjudica el estado de alerta, el nivel de estrés y el rendimiento académico del estudiante. También, aumenta los niveles de estrés y de ansiedad.
A la vez, afecta sus habilidades dentro del aula de clases, entre ellas: el proceso de aprendizaje, la retención de información o memoria, la toma de decisiones y la creatividad.
Por otro lado, en el ámbito deportivo puede alterar aspectos tales como velocidad, resistencia, fuerza y atención.
Algunas recomendaciones para un buen descanso
En ocasiones, los niños atletas pueden enfrentar una gran carga de actividades físicas y escolares. Es una prioridad encontrar un equilibrio entre todas las responsabilidades y el descanso para prevenir el agotamiento, la ansiedad y el estrés.
Lo anterior, recomendamos llevarlo a cabo mediante la definición de horarios que proporcione tiempo suficiente para la recuperación. Puede incluir estipular días con pausas activas, donde los niños realicen actividades de menor intensidad.
Otro consejo es prestarle atención a la nutrición e hidratación de los niños. Lo ideal es consumir alimentos balanceados y beber suficiente agua para la recuperación muscular. Para este tema, tal vez te interese leer: Plan de alimentación para que tu hijo retome su actividad deportiva y académica después de vacaciones.
También es importante añadir técnicas de relajación como estiramientos y masajes para disminuir la tensión muscular y prevenir lesiones. Puedes leer sobre la importancia de estos ejercicios en: ¿Cómo calentar y estirar adecuadamente antes y después de hacer ejercicio?
Consideramos que fomentar un ambiente de apoyo y motivación también puede funcionar para el bienestar emocional de los niños deportistas, lo que a su vez contribuye a mejorar su rendimiento en el deporte y en los estudios.
Por último, el reposo adecuado no solo permite la reparación de los tejidos musculares y la restauración de los niveles de energía, sino que también hace parte de los procesos cognitivos y deportivos. ¡Cuida del descanso de tu atleta!