El alto rendimiento es la representación de la excelencia deportiva; de esta forma tiene una relevancia importante en la formación de valores.
El deporte es movilizador de sentimientos y emociones, los deportistas élite son la representación de éxito, pero para convertirse en figuras de su deporte a nivel mundial, debieron seguir un camino en la formación integral del ser.
Impacto positivo del deporte de alto rendimiento en la formación del ser
El enfocarse en algún deporte ha representado una mejora en el rendimiento académico y en la adaptación de hábitos relacionados con la alimentación, la relación con otros como compañeros y familiares, la higiene y en el comportamiento como ciudadanos.
Por su parte, el rendimiento académico mejora gracias a diversos factores tales como el estímulo de participar en las competencias deportivas que reflejan la disciplina y la motivación del deportista .
Con respecto a alimentación, el deporte de alto rendimiento procura transformar la alimentación a través de hábitos más equilibrados en donde se contemple la nutrición como factor fundamental para un buen rendimiento en las actividades diarias.
En la relación con los compañeros y rivales, el deporte se transforma en un trabajo en equipo, trascendiendo esta cooperación más allá del ámbito deportivo y reflejándose en el comportamiento de los alumnos con su círculo social. El deporte llega al ámbito familiar y al entorno académico integrando y rompiendo barreras sociales y culturales.
Así, se ha demostrado que la práctica deportiva contribuye a mejorar las actitudes y comportamientos de los niños y niñas y jóvenes porque les exige un desarrollo personal basado en el esfuerzo, el compromiso, la disciplina y la perseverancia, además, les proporciona un estímulo para mejorar como la participación en un torneo deportivo.
Modelo educativo en Athlon, colegio para deportistas de alto rendimiento y su contribución a la formación de valores
En Athlon, colegio para deportistas de alto rendimiento conservamos un modelo educativo con cuatro ejes que aseguran la integralidad.
El primer eje está enfocado en El cuerpo – La Pedagogía de la Corporeidad en donde se forja el amor por el cuerpo y el de los demás. Y así, a lo largo del proceso educativo, aspectos como la nutrición y prácticas como yoga que conectan cuerpo y mente aseguran generar conciencia para respetar y cuidar el cuerpo.
El segundo eje es La competencia positiva en donde el objetivo es formar excelentes deportistas, pero también un ser ético que asegure la integralidad del ser.
El tercer eje se enfoca en la unicidad donde los niños, niñas y jóvenes son protagonistas de su camino, pero lograrán llegar al éxito con un equipo que le proporcione las herramientas necesarias. Por ese motivo, defendemos la unicidad del estudiante con currículos personalizados donde el estudiante no se debe adaptar a este, sino el currículo al estudiante.
Finalmente, el quinto eje es El mundo, el objetivo es formar a nuestros estudiantes para que se conviertan en futuros agentes de cambio a través del deporte, conscientes de que existen mundos que les corresponde cuidar y transformar.
De esta manera, a través de los distintos ejes de nuestro modelo educativo en donde el deporte de alto rendimiento está plenamente integrado se refleja la formación del ser y el compromiso de formar deportistas de alto rendimiento que además de estar comprometidos con su carrera, transformen el mundo gracias a la formación integral del ser.
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